
La primera implementación de 5 S‘s que realice en mi vida, fue en mi cocina. Era estudiante de 4to semestre de ingeniería industrial y siiiiiieeeeeeeempre llegaba tarde a la escuela. Un día lleve a mis amigos a casa para hacer un proyecto en la computadora... si, no existían las laptops, el internet te dejaba sin línea telefónica y los teclados eran mas duros que el botón de bajada de los microbuses.
En ese entonces yo creía en el desorden organizado, yo sabía en donde estaba todo aún cuando no estuviera en donde la lógica lo indicará: los trastes estaban sucios en la mesa, la ropa en cualquier lugar cerca de la lavadora, la comida en la cocina, las cazuelas y el refrigerador…¡Era un desorden organizado! Pero mis amigos no estaban dispuestos a trabajar en mi desorden así que mientras una amiga lavaba los trastes, un amigo levantaba la mesa, y otro barría y trapeaba, a mi me mandaron a tender mi cama y abrir las ventanas. No voy a negar que me sentí enojada, ¡encima de que ponía mi casa me criticaban mi desorden!
Al día siguiente, nos asignaron como proyecto final de la materia de Seguridad Industrial, la aplicación de las 5S´s en un espacio de trabajo, mis amigos sugirieron que yo lo hiciera de mi cocina, y que de ese modo tal vez lograría llegar temprano a álgebra lineal para salvarme del extra. No es que fuera mala en la solución de matrices, era mala llegando temprano, lo que hacia que perdiera mi derecho a examen.
Exhibida, humillada y enojada acepté el reto. Mi maestra me ayudó a tomar esto con filosofía y me dio algunos tips para el acomodo de mi cocina, que junto con los de mi maestra de psicología industrial !resultaron increíbles! ¿Quién iba a decir que la simple selección y orden de las cosas me haría llegar temprano a mis compromisos y pasar álgebra lineal?
El secreto estuvo en reconocer que un espacio con un desorden ordenado no es un lugar ordenado, que la selección de los objetos que se encuentran en tu entrono influye en tu estado de ánimo, que respirar es la clave de las ideas creativas, que no esta mal aprovechar los recursos tecnológicos y que todo eso influye en el éxito profesional.
Siempre que doy un taller sobre este tema, sin falta, siempre, siempre, siempre, hay alguien que me dice: pero es que yo tengo un orden en mi desorden, mira yo siempre se en donde están las cosas, nunca pierdo tiempo en encontrarlas.
Hagamos un ejercicio, forma una oración con las siguientes palabras en desorden organizado: en la vida perder un minuto.
La mayoría forma la frase Perder un minuto en la vida, sin embargo también puedes formar la frase Perder la vida en un minuto. Ambas frases se forman con las mismas palabras pero el significado es completamente diferente, dependiendo del orden, entre una frase y otra, ¿me vas siguiendo?
Tener un desorden organizado requiere de un esfuerzo mayor para tu cerebro: clasificar los documentos en pendientes y por archivar te asegura que cuando te sientes a "sacar pendientes" no reduzcas tu tiempo de acción seleccionado los documentos que son pendientes de los que no lo son, además, tener una experiencia productiva hará que la próxima vez que realices esta actividad lo hagas con el gusto de saber que podrás terminar en tiempo. Lo mismo pasa si al entrar al almacén para retirar un litro de solvente lo encuentras en un recipiente con tapa, identificado con etiqueta de seguridad en el rack de sustancias peligrosas en el espacio indicado con su hoja de seguridad, la sensación que tienes es diferente a retirarlo en una botella de coca cola con un poco de estopa del piso del almacén, ¿cierto?
Entonces, ¿el desorden es malo?. En mi experiencia no lo es, recuerda tu adolcencia, tu cuerpo crecía en desorden lo que hacia que tus orejas se vieran mas grandes que tu cabeza, tus hormonas se producían por montones lo que hacia que tus cambios de humor fueran impredecibles, el desorden llevo un nuevo ordena tu vida.
Asiste a nuestra plática de 5S´s el próximo martes 24 de mayo para conocer más del tema.
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